viernes, marzo 07, 2008

EDMUNDO DE AMICIS (CORAZÓN)



Julio

La última página de mi madre


Sábado, 1


¨¨El año concluído, Enrique; bien está que te quede como recuerdo del último día la imagen del niño sublime que dio la vida por su amiga. Ahora te vas a separar de tus maestros y de tus compañeros, y debo comunicarte una triste noticia:

^La aeparación no durará sólo tres meses, sino para siempre. Por motivos de su profesión, tu padre tiene que marcharse de Turín, y nosotros iremos con él. Marcharemos el próximo otoño. Entrarás en otra escuela, lo cual te disgusta y contraría, ¿no es verdad? Porque estoy segura de que estás encariñado con tu escuela, donde por espacio de cuatro años has experimentado dos veces al día la satisfacción de haber trabajado; donde has convivido tanto tiempo, a las mismas horas, con los mismos muchachos, los mismos profesores, los mismos padres de tus compañeros y los tuyos, que te esperaban sonriendo; sentirás dejar la antigua escuela donde se ha desarrollado tu inteligencia, en la que has conocido a buenos camaradas, en donde cada palabra que has oído tenía por objeto tu bien, y no has experimentado sin sufrir ningún disgusto que no te fuera provechoso.

Llévate, pues, ese afecto contigo y da un adiós que te salga del corazón a todos esos niños.

Algunos conocerán desgracias irreparables, perderán pronto a su padre o a su madre; otros morirán jóvenes; otros quizá viertan generosamente su sangre en alguna posible batalla; muchos serán buenos y honestos trabajadores, padres de familias laboriosas y honradas como ellos; ¡y quién sabe si no habrá también alguno que preste grandes servicios a la país y haga glorioso su nombre!

Sepárate, por tanto, de ellos afectosamente; deja un poco de cariño y tu alma en la gran familia en la que ingresaste de niño y de la que sales en edad adolescente, a la cual quieren tu padre y tu madre porque en ella también te han querido.

La escuela es como una madre, Enrique mío: ella te tomó de mis brazos cuando apenas hablabas y te devuelve ahora mayorcito, fuerte, bueno inteligente, aplicado y estudioso. ¡Bendita sea, y no la olvides jamás, hijo mío! ¡Oh, es imposible que la olvides!

Serás un hombre, irás por recorrer el mundo, verás ciudades inmensas, monumentos sorprendentes, y también te olvidarás de ellos; pero del modesto edificio blanco, con sus persianas cerradas y el pequeño jardín donde se abrió la primera flor de tu inteligencia, nunca te olvidarás, sino que lo tendrás presente hasta el último día de tu existencia, lo mismo que yo recordaré toda mi vida la casa en que escuché tus primeros ayes por primera vez.^



¨¨TU MADRE¨¨

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