miércoles, abril 18, 2007

Intima Gabriela

Intima Gabriela

Entrañable visión de la poetisa chilena a través del recuerdo de Ciro Alegría.

Este libro fue publicado por primera vez en 1969, en papel bulky, formato chiquitito y muy humilde. Veinte años después Editorial Antártica de Chile entrega una cálida e impecable edición, con fotografías inéditas, cartas y la prosa querendona de Ciro Alegría.


Escribe MARIA ELENA CORNEJO

Gabriela, su secretaria Margaritte Peterson y Ciro en Santa Bárbara en 1947.
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" Gabriela me extendió con llaneza no exenta de altivez, una mano tibia y fina, mano de india. Su rostro, pese a los ojos verdes, me hizo recordar el de las indias que acunaron mi infancia. La misma nariz aguileña, la misma boca pulposa, la misma sonrisa entre suavemente irónica y decididamente tierna." Ese es el primer recuerdo de nuestro escritor Ciro Alegría cuando conoció personalmente a la Premio Nobel chilena. Es cierto que años antes habían tenido un encuentro fugaz y varios desencuentros fortuitos, pero quiso la casualidad que Ciro y Ligia Marchand, su esposa en ese entonces, recalaran en la casa de Gabriela en Santa Bárbara, California, donde pasarían una semana muy rica en intercambio de experiencias y profundización de una afectuosísima amistad que duraría toda la vida.

El común de la gente tenía un erróneo concepto de la personalidad de Gabriela. La hacían altanera, hosca y hasta tacaña, con temibles altibajos de carácter. Ciro Alegría descubrió más bien a un ser de nobleza conmovedora, de risa fácil y conversación amplia e interesada "hasta en el menor asunto que saliera al paso. Desde el destino de la cultura grecorromana, hasta la utilidad del maguey". Era una india que, como Garcilaso, se enorgullecía de sus orígenes y reivindicaba su cultura.

Gabriela tenía la letra grande, extendida y ligeramente recostada. Cuando el trazo era tembloroso le echaba la culpa a la regadera de plantas.


Errabunda como su propio padre, con la salud resquebrajada a causa de una diabetes temprana y con el alma en añicos por sufrimientos que arrastraba desde siempre, Gabriela era una solitaria que gustaba de conversar con las personas con quienes se sentía bien pero evitaba el contacto con las que por alguna razón le disgustaban.

Ciro recuerda especialmente la mirada de la Mistral que por un extraordinario misterio parecía que traspasaba las gruesas gafas que la miopía diabética le imponía. "Gabriela me daba la impresión que veía las palabras. Los grandes ojos verdes miraban alternativamente con ternura, con júbilo, con tristeza, con angustia, con cautela, con recelo y aun con furor. Miraba en un juego permanente de gamas, reflejando innumerables emociones, según el tema del cual se hablase, según lo que viviera recónditamente su corazón".

Era un alma doliente y conflictuada, quizás a raíz de dos suicidios que marcaron a fuego vivo su corazón: el de Romelio Ureta, su enamorado de la adolescencia y el de Yin Yin, su sobrino adorado al que ella adoptó, crio y amó como si fuera su propio hijo y que se quitó la vida en plena juventud. Gabriela jamás se repuso de esa muerte y lloró al hijo ausente durante toda su vida. Llegó al punto de querer persuadirse que Yin Yin había muerto asesinado, pero cuando la certidumbre la abandonaba trataba de refugiarse en otras filosofías como la budista que cree en la reencarnación. Nada, sin embargo, lograría consolarla. "Mi vida ha estado casi siempre vacía. La gente habla pero no es verdad. No tuve amor. Si alguna vez te preguntan, di eso, como si fueras mi hijo...", le confesaría a Ciro en uno de los escasos momentos en que se abandonó al sufrimiento.

Yo les quiero mucho aunque calle", dijo la poeta en carta dirigida al escritor.

La relación amistosa de Ciro Alegría con Chile es grande. Allí fue desterrado en 1934 por ser militante del Partido Aprista. En Santiago escribió su primera novela `La Serpiente de Oro' y luego `Los Perros Hambrientos'. En un hospital de ese país estuvo internado dos años aquejado por tuberculosis y fueron los filántropos chilenos los que acordaron pasarle una "beca de generosidad" durante 4 meses para que pudiera escribir `El Mundo es Ancho y Ajeno'. Este último libro vende anualmente 15,000 ejemplares -en una adaptación para escolares trabajada por Dora Varona- porque es un libro de texto aprobado por el Ministerio de Educación de Chile.


Todos estos datos los recuerda su viuda Dora Varona en la solapa del libro. "Gabriela Mistral Intima", hermoso libro publicado por Editorial Antártica de Chile, es un ejemplo más de los estrechos lazos de amistad que unieron al escritor con la poetisa.
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Vale un paréntesis para mencionar la valiosa e incansable labor de Ediciones Varona a quien el mundo debe la difusión de la gran obra de Ciro Alegría. Cuando el escritor murió el 17 de febrero de 1967, solamente se habían publicado las tres novelas mencionadas líneas arriba. De manera póstuma se editaron 13 libros juveniles, 4 novelas, 3 libros de cuentos y un libro de memorias. En preparación hay tres libros más: "Boceto de un retrato del Perú" (escritos periodísticos publicados en Puerto Rico, Cuba y Lima), "Mi máquina de escribir" (artículos pu-blicados en el año 1933 en `La Tribuna' aprista) y "Breve viaje a través de la literatura". Falta investigar, recopilar y seleccionar muchos otros artículos publicados en Estados Unidos y que seguramente serán materia de varios otros libros.

"Nada de esto hubiera sido posible sin el apoyo de mi esposo Genaro Llaqui, gran conocedor de la obra de Ciro y mi ayuda invalorable en todos esos años", dice la editora.

Cubana de nacimiento, Dora fue una precoz poetisa que a los 13 años conoció el aplauso del público. Creció entre halagos y fue mimada desde entonces, pero cuando se casó con Ciro optó por convertirse en su secretaria privada. Al enviudar, se quedó con tres pequeños hijos y uno más en el vientre, afrontando un verdadero via crucis para poder mantener a su familia. Trabajaba en doble turno como maestra de escuela cuando ordenando la biblioteca de Ciro se detuvo en un libro sobre la vida de Ana Grigorievna, segunda esposa de Dostoievski. La lectura fue más bien una revelación y a partir de allí decidió dedicarse a recopilar la dispersa y prolífica obra de su esposo.

Los años han pasado, el impulso inicial sigue incólume aunque otros bríos se han sumado a la tarea. Ella y Genaro han redescubierto el Evangelio y se han incorporado como pastores al servicio de su Iglesia. "Nada de fotos, nada de lucimiento personal, nada de reconocimientos individuales", dice con la serenidad y fortaleza de quien ha encontrado la paz por caminos menos terrenales.
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Articulo sacado gracias a caretas.com.pe sección cultura:

martes, abril 17, 2007

=>EL INDIGENISMO Y LAS NOVELAS DE CIRO ALEGRÍA<=

Al estudiar las novelas de Ciro Alegría, Con fin propuesto ha sido demostrar que las raíces del Indigenismo se encontraban ya en la época del Descubrimiento y Conquista de América. En las leyes promulgadas por los reyes de España para la protección del indio se dejó constancia de ello. Pero si entonces no se supo resolver el problema satisfactoriamente, en la actualidad tampoco se ha conseguido, según lo denuncia el autor peruano.

El que en un principio estas leyes españolas se acataran, pero no se cumplieran en muchos casos, es problema aparte, basado principalmente en las circunstancias de ambiente histórico y socio-económico. La figura del encomendero tuvo que surgir por la misma razón que surgió la del señor feudal en 1-a Edad Media. Para un Estado con las arcas semivacías la mejor manera de gratificar a sus súbditos y militares era la concesión de tierras; pero éstas sin la mano de obra eran inútiles, por lo que se hubo de utilizar al indio. Tales circunstancias hicieron que surgiera una Leyenda Negra, encizañada por la rivalidad de otros países que se apoyaron para sus asertos en un apasionado: el padre Las Casas. Estas serán las raíces de la actual Doctrina Indigenista .Para ratificar todo lo dicho he analizado la novela de un autor indigenista actual que se basa en la realidad, aunque, como es de suponer.

Hace concesiones a su estilo novelístico y literario, pues no hemos de olvidar que ante todo es un narrador que novela sus propias vivencias. Debemos tener en cuenta que Ciro Alegría no es sólo un novelista, sí no también un político, y que como político exiliado escribió su principal obra. Esto hace que idealice o exagere muchos de sus puntos de vista, ya que por medio de las novelas nos quiere ofrecer no sólo un mensaje indigenista, sino también su ideología política. En aquellos momentos estaba contra la forma de actuar del Gobierno peruano y sobre todo del A. P. R. A., en cuyas filas luchó por sus ideales, pero se retiró de ellas por no estar de acuerdo con los mismos principios. Todo esto lo denunciará en sus novelas, pero de forma tan suave que no afectará en nada a su estilo literario.

Por tanto, el objeto material del presente trabajo lo constituyen las tres novelas de Ciro Alegría, y el objeto formal es el Indigenismo contenido en esta obra literaria. Es un estudio histórico-social el que se va a realizar, con el fin de analizar el problema latente y actual del indio hispanoamericano. Si he elegido a Ciro Alegría para este fin, es debido a su particular enfoque e interpretación que da acerca del alma del indio y de su problema como ser humano.

Alegría es uno de los típicos representantes de la joven novelística hispanoamericana, la cual ha escogido para sus temas el quehacer histórico que gravita sobre la masa popular, por lo que puede incluirse en la novela de protesta social, dentro de 1-a que se encuentra la indigenista y de la que el autor peruano es una de las más destacadas figuras. Su motivación se debe a que está inmerso en una realidad donde brotan, de manera natural y espontánea, los temas acerca del problema actual del indio. El sentirse responsable, al igual que el historiador, de escribir y criticar con verdadero espíritu de investigador toda la problemática que le rodea, le hace trasladarla, de una manera fiel y artística, a las páginas de sus tres novelas: La serpiente de oro, Los perros hambrientos y El mundo es ancho y ajeno.

De esta forma, las novelas se convierten en un verdadero documento, donde late, con gran viveza y valentía, la protesta. En ellas encontraremos las causas de los hechos históricos y políticos, además del porqué de la enorme expansión que están tomando las doctrinas de tipo socialista en la América hispánica, ya sean de matiz comunista o marxista.

Entre todos los países hispanoamericanos, el Perú es uno de los que tienen mayor problema en Ella grave consiste en la integración en la sociedad de la gran masa indígena, que en este momento histórico está siendo olvidada y marginada.

Esta es la causa de que se haya refugiado en las regiones más inexpugnables del Perú, ya sea en la sierra o en la selva. Allí se encuentra en un estado de analfabetismo y superstición y sin contacto directo con la vida del siglo xx, lo que la hace estar más apegada a sus viejas tradiciones. Todo es debido a la escasez de vías y medios de comunicación que les actualice en su forma de pensar y obrar; a la falta de medios educativos que les enseñen a leer y escribir, con el fin de poder salir de la ignorancia, y. en tercer lugar, al abuso de las clases sociales más privilegiadas, que les han dejado postergados para que de esta forma sirvan mejor a sus propios intereses.

El problema ha sido estudiado por la literatura peruana. Esta ha tratado de acercarse al indio a través de varias generaciones, pero de una manera superficial, sin lograr penetrar en el espíritu reservado del aborigen. Por tanto, no ha reflejado con exactitud los problemas que emanan de su vida, con sus sufrimientos y tragedias. No ha sabido matizar, cosa que sí ha logrado Ciro Alegría, el dramático problema de las diferencias sociales, la triste situación de estos indios, rodeados de una cómoda y exigente clase superior peruana.

Ello es recogido por el narrador peruano con gran justeza y acierto, que levanta con energía un grito de protesta, caracterizando su prosa por la berza de la fidelidad con que nos ha transmitido su mensaje a
Través de las novelas. Todas ellas tienen una gran carga de sinceridad, que las convierte en representaciones universales de los problemas sociales.

Pero esta denuncia, que hace con una magistral técnica realista, me deja de ser estética, por lo que su intención social gana fuerza y sinceridad, traduciendo, con gran acierto, la psicología del indio a bellas formas de expresión. La simpatía con que nos aproxima a él nos hace comprender sus defectos e intuir su sentir, logrando familiarizarnos con esta clase oprimida que es el indio peruano. Llegamos a sentir sus graves problemas como propios del hombre universal. Consigue esto el autor al ofrecernos el mundo indio contemplado desde dentro, con lo que su visión adquiere profundidad humana e histórica.

Todas sus novelas están basada sen las vivencias que tuvo con peones, indios y mestizos en las haciendas paternas de Kolpa y Marcabal, donde transcurrió su niñez’. El se limita a hacer una transposición, ya Para el conocimiento de la biografía de Ciro Alegría es imprescindible consultar los prólogos que el propio autor escribe para su novela El mundo es ancho y ajeno. Los tres más importantes son los siguientes: los de la décima y vigésima edición, ambos se encuentran en la novela impresa por la Editorial Losada, y el tercero en la publicada por la Editorial Universo, de Lima. En Las novelas completas de Ciro Alegría, de la Editorial Aguilar, encontramos, además del prólogo a la décima edición, el artículo titulado Yo me llamo Ciro Alegría y un extenso prólogo realizado por Arturo del Hoyo. Es necesario consultar el artículo de Ciro Alegría titulado El César Vallejo que yo conocí, que se encuentra publicado en las siguientes revistas:

«Cuadernos Hispanoamericanos» (1944),
«Letras Peruanas» (1952) y
«Universidad de Antioquía» (1967), además de en el periódico El Comercio (1958). Como complemento se debe leer el articulo Mort et résurrection de Ciro Alegría, del profesor Henry Bonneville, que se halla en el
«Bulletin Hispanique» (1968) y en el prólogo a la obra póstuma del autor, titulada Sueño y verdad dc América, publicada por la Editorial Universo, de Lima.

Que todos los elementos están tomados de la realidad. Lo hace no sólo con los personajes, sino también con la Naturaleza que gravita sobre ellos. De esta forma, nos presenta el paisaje andino convertido en sustancia Poética. Todo lo que describe no le es extraño, ya que ha sido captado por el novelista en su escenario natural. Caminos y pueblos de la sierra fueron recorridos por el autor en sus largos viajes, durante su infancia, para ir a la escuela, y en su juventud, para realizar la compra de ganado o cualquier otro tipo de trabajo. La sensación del paisaje serrano del Norte del Perú se quedó grabada en su retina con inmensa fuerza, por lo que siempre estará presente en sus tres novelas.

El paisaje llega a ser un personaje más a lo largo de las páginas de la obra de Ciro Alegría, ya que describe la condición del indio desde dos puntos de vista: el telúrico y el histórico-social. Respecto al primero, el indígena debe adaptarse a la Naturaleza. Que le rodea con tan poderosa fuerza, que le va moldeando tanto física como espiritualmente. Para poder subsistir en este medio geográfico sin la ayuda exterior tiene que aferrarse a las fuerzas telúricas y adaptarse a ellas lo más posible. Su voluntad e inteligencia le hacen capaz de reaccionar contra este ambiente, modificándolo según sus fuerzas y así poder aprovecharlo para satisfacer las necesidades de 1a vida cotidiana.

Un ejemplo de esta realidad es citado por Ciro Alegría en El mundo es ancho y ajeno, cuando los comuneros de Rami son despojados de sus tierras y han de afincarse en la inhóspita llanura de Yanañahui. El novelista Describe el áricfo paisaje y lá luch del indio pata obrevidren él:

«Los cerros que rodeaban la llanura de Yanañahui alzaban hacia el cielo desnudas rocas prietas como puños amenazantes, como bastidores inconmovibles, como torres vigías. O las fraccionaban simulando animales, hombres a vegetales. En todo caso, mostraban un retorcimiento patético o una firmeza que parecía ocultar nígo en su mudez profunda. Las faldas más bajas estaban llenas de padronés y guijas, entre los cuales crecían cl ichu silbador y achaparrados arbustos verdinegros»

Poco más tarde, en el mismo capítulo leemos:
«Y el indio, con sencillez y tesón, domó de nuevo la resistencia de la materia y en la desoí-ación de los pajonales y las rocas.

ALECRÍA, Ciro: Novelas completas de Ciro Alegría. Ed. Aguilar, Biblioteca
de Autores Modernos, 2.’ edición. Madrid, 1963. CÍr. El mundo es ancho y ajeno,
cap. IX, pág. 634.


Bajo el azote persistente del viento, brotaron los habitaciones, manteniendo sus paredes combas y su techo filudo con un gesto vigoros y pugnaz» ~.Con estos textos quiere exponernos el autor peruano el gran triunfo Del indio sobre la Naturaleza, triunfo difícil, teniendo en cuenta lo poderosa que es y la falta de medios y cultura de que adolece el hombre que la habita. La faceta socio-histórica que el novelista desea poner de manifiesto, queda patente al hacer que nos encontremos ante un enorme problema social, donde domina la opresión de la clase terrateniente, los grandes hacendados. Estos son secuelas que persisten de las viejas estructuras coloniales, donde se fundamenta el verdadero origen de las haciendas o latifundios. Al llegar los españoles a América, se les compensaban sus servicios a la Corona con los repartos de grandes extensiones De tierra, denominados Encomiendas. Al no haber mano de obra, los indios que habitaban aquellos terrenos eran utilizados como braceros, y si no bastaban, se les traía obligadamente de otros lugares.

El antiguo encomendero del siglo xvi persiste en el xx, en un país democrático como es Perú. No se ha logrado, después de cuatrocientos años, una leyenda justa que defienda al indio de todas las iniquidades Que está viviendo. Este sigue esclavizado al hacendado actual, que Alegría describe de la siguiente forma:

«Don Álvaro Anienábar y Roldán, señor de Usnay, dueto de vidas y haciendas en veinte leguas a la redonda» ~.
Es un auténtico señor feudal, al que las leyes apoyan por medio de las fuerzas vivas de la región que domina. Es la pieza clave de la injusticia social peruana. En El mundo es ancho y ajeno, obra donde hace una descripción magistral del hacendado, nos perflía la figura del terrateniente y sus motivaciones, amontándonos a la generación anterior, representada por don Gonzalo, padre de don Alvaro. A la vez nos muestra la lucha titánica entre los mismos latifundistas para aumentar sus feudos. El tema es aprovechado por el autor para introducir en la novela su primera ideología, basada en el A. P. R. A., que tiene al hacendado como un símbolo del terrateniente que extorsiona la economía del país. Irá denunciando todas las injusticias que- comete don Alvaro y que podrían ser las de cualquier hacendado real del Perú, como nos dice en su prólogo a la décima edición de El mundo es ancho y ajeno.

Por este medio, lo que desea el escritor es traernos un mensaje con el conocimiento de un problema: el drama social del indio -andino. Sus novelas plantean esta cuestión en un momento histórico del Perú, que se puede delimitar en la primera mitad del siglo xx. Antes de poner al descubierto toda la lacra que está sufriendo el país, se documenta profundamente de una manera directa, conviviendo con el indio y llegando a penetrar en su alma y psicología, lo que hace que su obra se cargue de fuerza y vivacidad. Sin embargo, sus relatos no son estampas de tintes melodramáticos, que lo harían aparecer exagerado; por el contrario, nos presenta un cuadro lleno de lirismo, sobriedad y calidad humana, mostrándonos al indio de una forma estoica, llena de grandeza dentro de su mismo drama.

El novelista no se recrea en escenas cruentas o desagradables, como lo hace Jorge Icaza al describir, muy crudamente, las costumbres de los indios en las sierras ecuatorianas. Viven abestializados y degenerados, en Medio de la sífilis, el alcoholismo y las enfermedades ocasionadas por la falta de higiene. Todo está repleto de incidentes repugnantes, animalidad en los hábitos y una lengua bárbara que se desarrolla en medio de insultos y voces groseras. El estilo de narrar es completamente diferente al de Ciro Alegría, siendo este último mucho más artista. No disimula su arma política, pero siempre está en un lugar secundario con respecto a la estética. La poesía predomina sobre la doctrina en toda su obra, aunque de una forma un tanto austera, ya que austera es la vida primitiva y dura del indio. La realidad destacará con más fuerza, sintiéndose profundamente su pena y miseria.

El autor busca la solución del problema, no deleitarse en él. Con espíritu crítico se enfrenta directamente -a las situaciones sociales de su tierra natal. Aquí encuentro la razón para considerarle como uno de los mejores representantes del indigenismo literario, aunque se atenga al esquema, un tanto rígido, típico de esta literatura: hacendado, sociedad media (cura y burocracia) e indio. Hay una oposición de oligarquía y masa, pero ésta se va rompiendo con una serie de rebeldías, huelgas y -afán de cultura, por medio de los cuales el indio pretende reivindicarse.

Toda esta política nos la sitúa el novelista en el lugar y en el tiempo, lo que hace de él un auténtico intégrate de la historia social peruana de su época. Las novelas poseen las imágenes más veraces del ambiente del país De donde provienen. Busca el mensaje espiritual basándose en los personajes descritos que, como sujetos de la historia, rebasan las fronteras nacionales. Portadores de la verdad, dan al mundo un testimonio y aspiran A una mayor comprensión y compasión. Nos traen sus inquietudes y sufrimientos, nos presentan sus problemas y tratan de hallar soluciones.

ESQUEMA INDIGENISTA DE CIRO ALEGRIA

FI esquema indigenista del narrador peruano lo encontramos esencialmente, dado por el propio novelista, en su prólogo a la décima edición de El mundo es ancho y ajeno. En él nos explica la bizantina pelea entre indegííistas e hispanistas, con el deseo de imponer ulla de las dos razas. Los hispanistas juzgan con una ideología llena de prejuicios propios del siglo xvi. Por su parte, los indigenistas quieren olvidar la cultura Aportada por España, sin pensar que carecería de valor la americana si ésta no recibe la influencia de la avanzada civilización europea que ha sido moldeada por una larga Edad Media, de la que carece el Nuevo Continente.

El autor cita al caudillo Tupak Amaru, que en el año 1780 se sublevó NO contra la cultura española, sino contra el sistema de gobierno virreinal. Desde un principio, él se dio cuenta de que el problema indigenista era de tipo económico-social ~‘ y quería resolverlo por medio de la abolición de mitas y repartimientos.

Más adelante, en el mismo prólogo, el autor se queja diciendo que después de cuatro siglos de la Conquista y uno de la Independeííeia de América, El problema del indio sigue siendo socioeconómico. Esta es la razón por la que intenta describir al indio dentro de sus propias reacciones y presentarlo revestido de gran dignidad humana, a pesar de la explotación de que es objeto. Por tanto, su obra tiene un gran contenido socio político, con lo que intenta aportar un mensaje ideológico que está dentro del más puro indigenismo. Presenta con gran veracidadlos problemas indigenistas en el Perú de la primera mitad del siglo xx, buscando y analizando los fenómenos sociales que ocasionan el estado en que se encuentran el indio y el cholo peruano.

5-u fuente es siempre la realidad, que, una vez analizada, la vierte en las páginas de sus novelas de una forma sincera, pero que no afecta en nada a su estilo literario. Nos aporta el drama en que vive el indio, por medio de la vigorosa ex presión de su relato, sirviéndole para protestar enérgicamente de la miseria y esclavitud que soportan los campesinos de la serranía. Son auténticos siervos de la gleba, oprimidos por un feudalismo que hoy día es antihistórico. Nos muestra su pobreza, dolores y opresión a través de diálogos espontáneos y

Realistas, donde expresa los sentimientos más íntimos de sus personajes. Para que el lector los comprenda en toda su dimensión, pone de manifiesto, con los más mínimos detalles y a base de cuadros pictóricos,
El mundo en que se mueven. Su línea indigenista parte de José Carlos Mariátegui, del que se siente discípulo. Se vale, para exponer su doctrina política, de una serie de sucesos que incorpora en la narración y que demuestran, de una manera fehaciente, las violencias, fraudes y sobornos de las primeras autoridades que apoyan constantemente a la figura del hacendado, símbolo de la injusticia social de que es objeto el indio y el Cholo.

En el capítulo XVII de El mundo es ancho y ajeno, titulado «Lorenzo Medina y otros amigos». esboza todo su esquema doctrinario por medio dc la denuncia que realiza el líder sindicalista. Para ello utiliza los Comentarios que va haciendo del periódico La Autonomía, perteneciente al Movimiento Indigenista. Inserta artículos enteros que acusan los crímenes realizados por subprefectos, gobernantes y jefes militares con los indefensos indios. En contraposición a este periódico pro-indígena nos pone los diarios La Patria y La Verdad, que tergiversaron los hechos porque están viviendo en función del hacendado y de la política.

En sus dos últimas novelas incluye el autor una serie de datos indigenistas, pero de una manera muy tenue, que no extorsiona su estilo literario. Sólo en el capítulo citado y en el XX, titulado «Sumallacta y unos futres raros», es donde se dedica intensamente a aportar el mensaje sociopolitico. En el último encontramos una profunda síntesis de lo que él juzga como ideal indigenista.

También nos habla en el capítulo uf, denominado «El ausente», de Pajuelo, el defensor del pueblo y sus derechos, que se opone a las autoridades del distrito que les explota, siendo incondicionales instrumentos De los hacendados y gamonales. Por denunciar las injusticias será asesinado mediante un tiro de fusil de quién sabe dónde. Al final del mismo capitulo, nos comenta la revolución realizada por Atusparia en 1885. Este morirá condenado por un consejo indio a beber chicha envenenada con hierbas, ya que le creen traidor a su raza. El la toma con gran serenidad y llama al tiempo como juez de sus hechos. Con el pasar de los años, se aclarará que no fue un traidor a su pueblo, sino un defensor valiente y generoso.

Como broche final a la novela incluye todo un discurso político, puesto en boca de Benito Castro, que es realmente la suya propia. En él ataca todo aquello que retrasa el progreso, exponiendo su ideología de que sólo con la cultura se puede prosperar y conseguir la reivindicación de la raza indígena. Al llegar al máximo la opresión del hacendado, Benito Castro incita a la sublevación, pero sólo cuando ha agotado todos los medios pacíficos para conseguir que le apoye la ley. Este pensamiento lo da a conocer en los capítulos XXIII y XXIV, titulados, respectivamente. «Nuevas tareas comunales» y « ¿Adónde? ¿Adónde?».

No sólo es por medio de ideas como representa o expone su indigenismo Ciro Alegría, sino que utiliza también una técnica de mucho más movimiento, como es manifestar su concepto sociopolítico por medio De personajes. Los dos principales representantes serán Rosendo Maqui y Benito Castro.

En el primero idealiza la raza indígena y su descripción física tiene todas las características de 1-a geografía americana, como ya he citado en otra ocasión. Su psicología es varia, ya que en él se entrecruzan dos Culturas, como son la española y la inca, y dos religiones: por un lado, la católica, llena de reminiscencias medievales, las cuales hacen que se enraíce más en ellos el panteísmo y la idolatría, constituyendo El segundo aspecto religioso del indio por ser éstas sus creencias primitivas.

Dichas reminiscencias se deben a que en la labor cristianizadota de América, toma parte muy activa el conquistador que lleva una fuerte carga ideológica de la Edad Media, por encontrarse en un periodo de transición histórica. El aportará su mentalidad religiosa que será absorbida rápidamente por el aborigen, ya que es muy afín al espíritu supersticioso del indio.

La idea de la justicia que tiene Rosendo Maqui es clara y sencilla, a pesar de su analfabetismo, ya que posee una extraordinaria lucidez mental, acompañada de gran tacto y moderación, por lo que siempre habrá permanecido en el puesto de alcalde. Esta forma de ser le hace comprender que el progreso y la civilización encierran aspectos muy útiles y beneficiosos. Para llegar a ellos sabe que el único medio es la enseñanza y su ideal será levantar una escuela, para que entre los indios haya médicos, ingenieros, abogados y profesores, tau necesarios para la reivindicación de su raza.

Benito Castro simboliza al cholo o mestizo y es presentado como una persona físicamente fuerte y de mentalidad clara. Sabe dilucidar lo que hay que conservar de la tradición india y lo que se tiene que tomar de la civilización europea. Su mezcla de sangre se completa con la de culturas, que es donde Ciro Alegría encuentra la solución para el problema indígena. Para el autor, el mestizaje perfecto es la integración de los valores incaicos en los españoles. Esta es la razón de que él mismo guste de compararse con el escritor mestizo Gracilazo de la Vega, el Inca.

Otro de los personajes que simboliza el indigenismo de Alegría es el abogado Arturo Correa Zavala, perteneciente a la Asociación Pro-Indígena. Por medio de él, quiere influir en la burocracia para que cambie sus ideales puramente materiales y servilistas, por otros sociales que beneficien al país, ayudando a incorporar la masa indígena dentro de la vida político-económica del Perú.

Como final a este esquema indigenista que aporta Ciro Alegría, no puedo dejar de citar, al menos, una serie de intelectuales que en el siglo xx intentan, en lo posible, llevar a cabo una -auténtica labor social pro-indígena. De esta forma apoyan directamente no sólo al novelista peruano en particular, sino a toda la literatura indigenista. Entre los estudiosos más solventes del indigenismo español tenemos al profesor Ballesteros-Gaibrois, que aporta una serie de datos acerca de las Instituciones que se han preocupado por el indio 32 haciendo un análisis muy amplio sobre el problema. Mantilla Pineda contribuye, con otro magnifico estudio, a darnos una reseña de los nombres más conocidos dentro de este movimiento social y de los países que tienen gran inquietud por el indigenismo W El profesor Angel Rosenblat se ha dedicado a la investigación acerca de la Población indígena y mestiza en América, ofreciendo interesantes estadísticas y gráficos en los que se demuestra y advierte el exterminio de la población indoamericana, debido a las epidemias de origen europeo Y africano, guerras de conquista, trabajos forzados, alcoholismo, etc.
Pero también pone de manifiesto un signo esperanzador para su futuro, ya que considera al -aborigen americano como una riqueza inexplotada, Susceptible de ser convertida en una gran fuerza económica, cuando se le incorpore al elemento activo de la sociedad ~.

En un artículo del periódico El Día, publicado en Las Palmas de Gran Canaria t el profesor Morales Padrón critica una serie de liijusticias que mantienen -al indio sumido en la mayor de las míserías, debido a la escasez de atención religiosa, carencia de higiene, alcoholismo, analfabetismo, corrupción administrativa, subalimentación, superstición e ignorancia, falta de asistencia sanitaria, esclavitud conseguida al negarles el salario y sólo proporcionarles la comida a cambio del trabajo... Es interesante observar que todos estos abusos son denunciados también por Ciro Alegría -a través de toda su obra.

Dentro de las soluciones y progresos que se están llevando a cabo. nos informan ampliamente León-Portilla ~ Maticorena Estrada38 y Niedergang ~. Como cierre de esta síntesis indigenista, vamos a citar las palabras con las que expone monseñor Larrain, obispo de Talca, la preocupación de la Iglesia por estas clases campesinas e indígenas:

«Al lado de las inmensas extensiones de terrenos en manos de unos cuantos, tenemos inmensas multitudes desprovistas de todo o casi nada. Y esto, hay que decirlo, no es el régimen cristiano de la propiedad. Al grito marxista ‘ningún propietario’, nosotros oponemos el cristiano ‘todos propietarios’»


CONCLUSION
*************
Las novelas de Ciro Alegría constituyen un modelo en la literatura de protesta social. Su contenido pertenece al momento político e ideológico que el autor ha vivido en el Perú, tanto en su faceta de simple ciudadano como en la de político. Los antecedentes de este género literario los encontramos en el siglo xix, con González Prada y Clorinda Matto de Turner. Bajo el ropaje literario se descubre una realidad que igualmente la podía haber ofrecido la historia, la política o la sociología.

En las dos últimas novelas, Alegría aporta un mensaje sociopolítico, donde se revelan las verdades de forma dura, pero sincera, sm llegar a caer en lo puramente demagógico. De aquí nace la fuerza contra la injusticia social que se delata por medio de los avatares su- indos por las comunidades indígenas, al ser explotadas por la alta sociedad peruana.

El choque de las áreas culturales, español e inca, han hecho que la historia del Perú tomase nuevos caminos y adquiriese personalidad propia. Se ha criticado mucho la Conquista en todas sus facetas, pero las repúblicas -actuales no han mejorado la labor de la Corona española, ya que hoy en día el indio se encuentra en las mismas condiciones que los medievales siervos de la gleba. Esta será la denuncia de la literatura indigenista, cuyos escritores captan el momento que están viviendo y lo trasladan a formas estéticas, pero describiendo siempre la realidad.

El instrumento literario que utiliza Alegría para guardar el sentido de la belleza, está caracterizado, principalmente, por el cromatismo que intensifica la emoción lírica y enriquece las sensaciones. Luminosidad,
-atmósfera, tormentas, árboles, valles y sembrados, están matizados por un riquísimo colorido que hace del novelista un verdadero pintor literario. El color está complementado por las impresiones musicales, compuestas de sonidos y silencios que crean la tónica de la novela.

Metáforas, comparaciones y símbolos, llenos de riqueza poética. Constituyen otros de los recursos estilísticos, a los que podemos unir un rico vocabulario en el que se entremezclan vocablos quichuas y peruanismos que dan gran sabor local a sus narraciones. Para señalarnos la sucesión temporal, el autor utiliza, en su estructura literaria, los relatos interiores que son una constante en sus tres novelas; así. Retrocede en el tiempo cuando lo requiere el clima de la narración.

Todo lo expuesto hace que las novelas de Ciro Alegría, aunque encierren un mensaje de protesta social, estén repletas de belleza y poesía, por lo que encajan perfectamente dentro del arte literario.


ISABEL PÉREZ DE COLOSÍÁ RODRIGUEZ
Universidad de Málaga (España)